EL – J1 (miércoles); Caja Laboral y Montepaschi incian la temporada con victorias de prestigio en Estambúl y Kazán. Jaka Lakovic brilla, mientras Batum (13+7+8) no es suficiente para Nancy
Bennet Cantu – SLUC Nancy 80-69
Fenerbahce Ulker – Caja Laboral 66-69
Asseco Prokom – Galatasaray MP 72-76
Unics – Montepaschi Siena 71-79
El Caja Laboral Baskonia comienza su andadura en la Euroliga con una victoria de prestigio en el siempre complicado Abdi Ipekçy del Fenerbahçe Ülker, uno de los rivales más potentes del grupo de los vitorianos. Los azulgrana se reponen así de una dura derrota en la pasada jornada en ACB, después de dar una imagen francamente mala.
Fenerbahçe fue mejor durante el primer cuarto, pero a partir de ahí fue el equipo vasco el que llevó el tempo del partido, sobre todo de la mano de un espectacular Pablo Prigioni, que firmó un partido brillante, con un control absoluto de todo lo que ocurría en pista firmando tan solo 5 puntos pero acompañados por 3 rebotes, 7 asistencias y 6 robos.
A él le acompañó un Teletovic otra vez impecable, en su nueva versión capaz de hacer de todo. Esto quedaba patente después del partido con diciendo el ala pívot bosnio que«con este partido he demostrado que soy más que un escolta atrapado en el cuerpo de un ala pívot». Pero sobre lo que hizo que el Baskonia sacara esta victoria fue el enorme trabajo y actitud de todo el equipo, con un trabajo defensivo realmente descomunal que tapaban aquellos altibajos ofensivos y que sobre todo anulaban el juego de los otomanos en un partido muy físico.
Clave en el partido fue la veteranía de los vitorianos en los últimos cinco minutos, mucho mayor que la de los turcos que se estrellaron una y otra vez contra el muro vitoriano. Además Sefolosha falló a 30 segundos del final dos tiros libres que empataban el partido y que a la postre serían definitivos. Onan tuvo un tiro para la prórroga que hizo la corbata siendo justo con el equipo que fue mejor.
Mens Sana puede con Domercant
Otro equipo que consiguió en la noche del miércoles una victoria de prestigio fue el todopoderoso Montepaschi Siena, que inició su rally de vuelta a la Final Four al vencer al Unics Kazan en Rusia en el notable regreso de David Andersen a Europa.
Eso sí, la victoria no llegó por la vía rápida precisamente ya que los transalpinos tuvieron que reponerse de una desventaja de 11 puntos en la primera parte. Henry Domercant estaba en modo imparable –anotó 30 puntos lo que es su máximo histórico en la competición- y dejaba claro que no iba a poner las cosas fáciles a los toscanos, que se consiguieron reponer al filo del descanso con más presión defensiva y ametrallando con Zizis y McCalebb.
El segundo tiempo fue completamente de los italianos, que ya supieron como controlar el tempo en todo momento y consiguieron un colchón que guardarían hasta el final a pesar de las tremendas acometidas individuales de hoy un imparable Henry Domercant.
Locura en Polonia
El partido loco de la jornada tuvo lugar en Gydnia, Polonia, donde el Galatasaray logró vencer al Prokom por 4 puntos, aunque bien pudo perder en un último cuarto de locura.
Cada cuarto tuvo su dueño, el primero fue de los visitantes, el segundo de los locales, el tercero de los visitantes y el final de los locales. A pesar de ello, en el tercer cuarto, los turcos parecían dejar el partido para sentencia gracias a la labor de un gran Jaka Lakovic muy atinado en el tiro exterior. La labor continuó en el último cuarto, llegando a mitad de cuarto con una ventaja de 18 puntos que vió dilapidada en un visto y no visto por los jugadores americanos del conjunto polaco para llevar el partido al último minuto con empate a 71.
Ahí los polacos no tuvieron templanza y aunque el Galatasaray tampoco demasiado, sí que fueron algo más listos y cerraron el partido favorablemente.
Cantu vence en el regreso de Batum
El Cantú fue el único equipo de la jornada en ganar en su pista ante el Sluc Nancy de Nicolas Batum (13 puntos, 7 rebotes y 8 asistencias, con 5 pérdidas todo hay que decirlo). Los franceses fueron mejores en el primer cuarto, aunque no mucho más allá, teniendo las ideas mucho más claras el equipo italiano en los minutos finales.
El partido se vio marcado por los errores de ambos equipos, aunque penalizaron mucho más a los franceses, que no fueron capaces de hacer sangre en los malos minutos de Cantú mediado el último cuarto. Ahí fue cuando el equipo italiano encadenó un par de jugadas seguidas y sentenció el partido.