BALONMANO. SUPERCOPA DE ESPAÑA
El Balonmano Atlético de Madrid no desmereció en su regreso a las pistas, diecisiete años después de su desaparición, a la leyenda que acompaña al conjunto rojiblanco y se alzó con la Supercopa de España, tras imponerse por 33-26 al Barcelona Intersport, tras una excepcional segunda mitad.
Sabedores de que entre los nuevos rojiblancos y los azulgrana ya no existe ningún secreto, tras enfrentarse y enfrentarse en los últimos años, ambos entrenadores trataron de sorprender con pequeñas variaciones en sus formaciones tipo, en espera de confundir al rival.
Asi Talant Dujshebaev dio protagonismo en ataque al gigante danés Nikolaj Markussen, uno de los nuevos fichajes del Atlético para la presente temporada, con la esperanza de que el poderoso brazo del nórdico fuera el inesperado protagonista de la final.
Lo mismo que Xavi Pascual que apostó de partida por la presencia en ataque del pivote francés Cedric Sorhaindo, más habitual en tareas defensivas, como novedosa arma para tratar el tradicional 5-1 defensivo de los madrileños.
Pero ni por esas lograron los técnicos desnivelar la balanza en una primera parte, en el que todo el protagonismo recayó en dos clásicos como los porteros Danjel Saric y Arpad Sterbik, máximo responsable de la ventaja con la que la que siempre transitó el Atlético. Gracias a Markusen elos rojiblancos alcanzaron una máxima renta de ocho goles (22-14), lo que le encaminó a su primer título
El Valladolid, a la EHF. El Cuatro Rayas sufrió un duro varapalo ante el Dunkerque en la fase previa de la Liga de Campeones. Tendrá que jugar la EHF.