La búsqueda de la victoria
Tercera prueba correspondiente a la FedEx Cup, disputada en el Cog Hill Golf and Country Club (Chicago). La temporada regular se acerca a su fin y las condiciones climáticas eran más típicas del otoño que de los últimos días del verano. Un jugador inglés, en un marco muy propio de su país, se alzaba con la victoria. Si analizamos las palabras de muchos jugadores que consiguen ganar por primera vez a lo largo de un año encontramos varias pautas en común, que se repiten y les han llevado a jugar en esa semana por encima del nivel que venían desarrollando.
Justin Rose firmaba hasta esta semana cuatro top-tens en 2011. Su juego estaba respondiendo pero quedaban lejos sus dos victorias conseguidas el año anterior. Ese punto de excelencia necesario para ser el mejor y que nos asombró la temporada pasada no terminaba por explotar o simplemente, no se habían dado las condiciones apropiadas. ¿Qué es lo que cambió esta semana? ¿Qué fue distinto?
Hace unos meses comentábamos lo bien que le había venido a Sergio García compaginar lo que él mismo llamó “su trabajo”, es decir, jugador profesional de golf, con otras aficiones que había abandonado por una sobrecarga de entrenamiento. Ningún jugador está a salvo de perderse en ese desierto, en el que las horas en la cancha de prácticas, el análisis del swing, putts que no entran y los días facturando equipajes en aeropuertos pueden llegar a bloquear todo un plan de trabajo. Es el blues del jugador de golf. Somos capaces de verles disfrutar por televisión, jugando el último modelo de hierros disponible y sonriendo a sus caddies, pero son muchas las noches que duermen lejos de su casa pensando en qué sucederá al día siguiente, cómo reaccionarán en un momento de presión o qué hacer si algo tan complejo como el swing termina desajustándose.
Tanto Sergio como Rose entendieron en ambos momentos que alejarse mentalmente del juego puede acercarte más que nunca a un buen resultado. Justin pasó la semana pasada en una competición que realiza con varios amigos, el J.R. Challenge, que consiste en jugar cuatro campos distintos en un ambiente distendido. La parte mecánica era la misma, pegar a la bola, pero en realidad bien podría hablarse de un deporte diferente. “Incluso habiendo jugado al golf cuatro días, creo que encaré la semana mucho más fresco.”
Esos ingredientes necesarios para ganar y que muchos jugadores terminan repitiendo a lo largo de una temporada, al final de cada torneo, suelen incluir esta actitud en el campo. Mantener la tensión necesaria para tocar bien el instrumento, no golpearlo. “Tuve una gran clase con (Sean) Foley el Martes y llevé el swing al punto en que la bola iba donde yo quería, e hice algunos cambios con Fooch (su caddie esta semana) que simplificaron la parte mental del juego y me permitieron no entorpecer mis intereses. Es la mejor forma de explicarlo”. Cuando los instrumentos de los que dispone un jugador se complementan y suenan al unísono se producen este tipo de situaciones: tercero en la Fed-Ex Cup a falta del último evento, el The Tour Championship, y la clasificación para los cuatro Majors de 2012. Aquí tenemos a un jugador en un buen momento que ha demostrado sentirse a gusto en el campo, un serio candidato para llevarse la despampanante cifra de diez millones de dólares.
Sergio finalmente no se clasificó entre los treinta primeros y termina su temporada en el PGA Tour. Compárense las circunstancias que se dieron para que Rose ganaran con las declaraciones del español al final de la tercera vuelta, en la que se encontraba en séptima posición: “Solo quiero terminar mi vuelta”. Nadie dijo que encontrarse con la victoria fuera sencillo.