Los Pumas ahora piensan en negro
El partido con Georgia no debe ser puesto como parámetro, y debe ubicárselo dentro del contexto que lo merece. Fue un encuentro entre dos seleccionados con diferentes aspiraciones. Por un lado Los Pumas debían conseguir un solo punto para meterse en cuartos, y por el otro, los europeos no peleaban por nada, y por eso podían jugar sin ningún libreto.
Durante los ochenta minutos no se pudo ver una buena presentación de los argentinos, que en cuanto a lo estrictamente deportivo, en los últimos dos partidos dejaron muchas cosas en el debe, y pocas en el haber. Es valiosa la aclaración, refiriéndose a lo deportivo, porque en lo anímico y numérico los dos partidos fueron perfectos, sendas victorias y la clasificación en mano.
Sin lugar a dudas, una vez que finalizó el choque entre Inglaterra y Escocia, que con la victoria inglesa se dilapidaron todas las esperanzas de luchar por el primer puesto, la cabeza de los argentinos se puso negra, toda negra.
El trabajo mental y de concentración que debieron realizar los jugadores fue muy importante, debían pasar a Georgia para luego sí pensar en los All Blacks.
Por eso, cuando terminó el partido no tardó en llegar el canto: “El domingo cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar”, que comenzó en la gente y se transfirió a los jugadores.
Todo el que vive rugby, toma conciencia de lo que significa la semana que está por comenzar para el rugby argentino. Se acerca un enfrentamiento histórico contra los hombres de negro, y en el Eden Park, su casa. Cada jugador, cada chico que juega al rugby seguramente sueñe con alguna vez jugar una partido de esa clase.
Tarea difícil le espera al Tati Phelan y su staff, que tiene siete días paraencontrarle alguna falencia a este equipo prácticamente perfecto, pero que recientemente sufrió la baja de uno de sus estandartes, como lo es Dan Carter, uno de esos jugadores que no tienen reemplazo natural, que nadie está a su altura.
Nuevamente, y ahora más que nunca Los Pumas irán de punto, chocarán contra el más favorito, el candidato de todos, algo que a estos jugadores les gusta, se sienten cómodos en ese lugar, y de esa forma obtuvieron los mejores resultados.
Para finalizar, vale la pena mencionar la alentadora realidad del rugby argentino, que tiene a su seleccionado por tercera vez en la historia entre los 8 mejores del mundo, luchando por escribir una nueva página en este deporte.