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Ultraligero

Ultraligero

La aviación ultraligera viene siendo exactamente lo mismo que la tradicional, con la diferencia de que esta intenta simplificar todo lo que puede, empezando por el peso de la aeronave y el aprendizaje, control, titulaciones y licencias son mas asequibles.

Se utilizan también esquíes y flotadores para que puedan aterrizar y despegar en cualquier superficie.

Generalmente los vuelos se realizan a una altura de 150 a 200 metros aunque la legislación te permite alcanzar los 300, el ultraligero lleva un paracaídas incorporado que se abre en 0,4 segundos y tiene efectividad a partir de los 50 metros de altura.

En España, para que una aeronave pueda ser considerada como ultraligera, debe cumplir varios requisitos. El primero es que sean aeronaves motopropulsadas, donde tanto el despegue como el aterrizaje se realicen sin medios físicos por parte del piloto o los ocupantes como sucede, por ejemplo, en el paramotor o en el ala delta. Además, su velocidad calibrada de pérdida en configuración de aterrizaje sea inferior a 65 km/h. Y, por último, que el peso máximo autorizado sea inferior a 300 kg para aeronaves terrestres monoplaza.

En el caso de hidroaviones o aviones anfibios, se permite superar el peso anterior hasta en 30 kg para poder acomodar tanto los flotadores como cualquier refuerzo estructural que sea necesario.

Para aeronaves biplaza terrestres, el peso máximo aumenta hasta los 450 kg o hasta 495 kg en el caso de hidroaviones. Si un avión en particular puede operar como avión terrestre o hidroavión, entonces cuando opere en una u otra modalidad deberá ajustarse a los pesos de su correspondiente categoría. En algunos países europeos, como es el caso de Francia o Alemania, se permite además exceder los pesos anteriores en una cantidad que ronda los 15 kg si el ultraligero incorpora un paracaídas de emergencia.

El Vuelo en Ultraligero se realiza en zonas no controladas, por debajo de los 300 m sobre el nivel del suelo y únicamente entre el amanecer y el ocaso en condiciones atmosféricas favorables. En general, estas aeronaves no tienen que rellenar un plan de vuelo ni ponerse en contacto con una torre de control. Bajo las normas de vuelo visual (VER), es el propio piloto el responsable de mantener la adecuada separación con otras aeronaves, evitando en todo momento sobrevolar zonas urbanas, conglomeraciones de personas o zonas controladas. La ventaja de la aviación ultraligera es que no necesita tantos permisos para operar pero, a cambio, está más restringida en su operación.

En el caso de la Aviación Ligera, formada por aviones hasta 1.500 kg de peso al despegue, se permite la operación en aeropuertos con control aéreo. En este caso, el piloto debe entregar su plan de vuelo a la torre de control, detallando la ruta, los principales puntos de paso, el destino y la hora estimada de llegada, al menos 30 minutos antes del vuelo. También debe incluir la cantidad de combustible disponible para, el vuelo, así como uno o varios aeropuertos alternativos, donde se dirigirá la aeronave en caso de algún fallo grave o imprevisto. Los aviones ligeros también emplean ayudas a la navegación más sofisticadas que los ultraligeros, ya que están preparados para realizar vuelos de mayor distancia.